Durante estos días de inicio de curso, las familias nos volvemos literalmente "locas" con los preparativos para que nuestros hijos empiecen el colegio.
Después del tiempo de vacaciones empezamos el ritmo diario, volver a madrugar (si es que nuestros hijos nos han dado tregua durante el verano para poder dormir más, es mi caso), establecer rutinas de horarios en cuanto a comidas, acostarles antes... y un sinfín de cosas que hacemos de forma mecanizada. Todo esto ayuda a que los niños lleven un ritmo continuo, lo que les da tranquilidad y un buen descanso.
En lo que se refiere a lo material, preparar libros, mochila, ropa, etc. pues hay que hacerlo y cuanto antes lo tengas, mejor para todos.

Y llega el día de inicio, ¡¿qué nervios?!los padres, porque los niños van tan tranquilos, bueno, a alguno le cuesta un poco más, pero en general, no se hacen problema. Aunque cambien de ciclo, cambien de profe, de los compañeros con los que estaban, no digo el 100%, pero un gran porcentaje, se adapta desde el primer momento a lo nuevo, con todo lo que implica. Y nosotros, ¿cómo llevamos todos estos cambios?¿Qué les transmitimos?¿No será que dramatizamos las cosas desproporcionadamente?
Mi reconocimiento hoy a nuestros hijos, que tanto nos enseñan en la vida, ellos si que son maestros en el día a día, ojalá nos fijásemos más en actitudes y valores que tienen, que parece que con el paso de los años vamos perdiendo.
Gracias Dani y Alba por todo lo que me enseñais.
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